ESPECIAL.- La reaparición de Rafael Amaya en el medio artístico ha provocado gran conmoción entre sus seguidores, sobre todo porque el actor decidió confesar que fue debido a sus adicciones que se alejó de los reflectores.Tras revelarse que fue gracias a su amigo Roberto Tapia que el actor pudo alejarse del mundo de las drogas, ahora es el cantante de música regional mexicana quien ha contado algunos detalles del tratamiento que recibe el protagonista de la serie El Señor de los Cielos en la clínica de rehabilitación de Julio César Chávez."Subió algo de peso mi compadre porque había dejado de hacer ejercicio y no, pues andaba mal mi compadre. (Ahora) está haciendo ejercicio, está con su psicóloga, creo que casi todos los días platicando, no sé si es media hora o una hora de sesión. Está con los demás compañeros, platican acerca de sus experiencias cuando suben al escenario, por así decir, leyendo la biblia también está", dijo Tapia en entrevista para el programa Sale el Sol.

Sobre el estado de ánimo de Amaya, el intérprete dijo: "Tiene muchas ganas de regresar, él está muy contento con lo que está viviendo, él no quiere que lo dejemos solo ya, él dice 'yo no quiero que me dejen solo porque ahorita yo estoy vulnerable, ya no quiero regresar a esa vida', sí anda temeroso mi compadre, dice: 'ya no quiero más esa vida, yo quiero disfrutar mi vida, quiero formar una familia, quiero estar con mis padres, quiero trabajar, estar con la gente que quiero y la que me quiere'".Asegurando que Rafael está arrepentido de todo lo que vivió durante el tiempo en que se desconocía su paradero, Roberto aseguró que el artista mexicano está consciente de que pudo morir a raíz de sus adicciones.   "Me lo contó, me dice 'compadre, más de un año tomando todos los días, drogándome todos los días', entonces ya era demasiado pues, él sabía que, si no paraba, él se iba a ir. Vivió muchas situaciones muy fuertes, él sabía obviamente que, si seguía así, él podía perder la vida", relató.