MONTERREY.- Celso Piña era el último icono de la cultura popular regiomontana, así lo consideró el escritor Lorenzo Encinas, autor del libro “Celso Piña: El Rebelde del Acordeón”, con quien tuvo una amistad de más de 35 años.Se conocieron en 1982 en los condominios Constitución, y desde entonces iniciaron una amistad que los hizo compartir innumerables anécdotas.La sencillez y el talento que tenía al tocar el acordeón atrapaba a cualquier persona.

Lorenzo Encinas fue testigo de  momentos importantes para Celso Piña, mismos que pudo documentar en crónicas para los medios de comunicación, como el día que puso a bailar al premio Nobel de la Literatura Gabriel García Marquez en un evento en el museo Marco.Encinas comparte que tras vivir momentos difíciles en su vida, le pidió a Celso Piña permitirle escribir un libro de su biografía, y ante la amistad que los  unía, de inmediato lo autorizó.Celso Piña era un hombre con alma de niño, que logró el éxito en muchos países con una amplia discografía, pero quedó sin concluir algunos  proyectos, como grabar un disco en el que compartiera el micrófono con sus amigos de Colombia.Para Lorenzo Encinas, Celso Piña morirá solo cuando dejen de escuchar sus canciones y está seguro de que eso jamás sucederá.