ESPECIAL.- Un pastor que se encontraba en prisión salió de transitoria de la Unidad 32 de Florencio Varela. Sin embargo, tenía entre 24 y 48 horas para disfrutar de su libertad, pero nunca volvió.Esta no fue la única sorpresa, pues ya estando prófugo de la justicia, subió una fotografía a su estado de WhatsApp con la pareja de su compañero de celda.En la selfie aparecía aparentemente acostado en una cama junto a la mujer dándole un beso en la cara.‘Los hermanitos’, como se les denomina a los presos cristianos, señalaron estar indignados con lo que hizo el hombre y le advirtieron que, si llega a ingresar otra vez a la cárcel, le harán pagar la traición.El pastor Alejandro Claudio Guerrero contó su historia en mayo de 2018, en la Unidad 9 de la Plata.En un video que aún circula en YouTube, contó que su primer robo fue a los 10 años, y que a esa misma edad ya vivía en la calle y consumía cocaína. Además, se la pasaba arriba de trenes y sustraía bolsos y billeteras, “Tiré muchas personas a las vías, para robarles. Al que se resistía, lo empujaba del tren. No sé si alguno habrá muerto", dijo.

Mencionó que pasó 20 años detenido y que se quería morir. "Estaba en la calle a la edad que tenía que estar en el colegio, el club y con mi familia. Lo más doloroso que viví en el tren fue ver a un nene de mi edad con su papá y su mamá. Verme en mi situación, me mató de impotencia", declaró, además de que reveló que llegó a matar.De acuerdo a compañeros suyos de pabellón, el pastor Alejandro llegó a la iglesia carcelaria por negocios."Quería hacerte creer que era cristiano y tenía mucho contacto con los penitenciarios", contó un detenido. "Hacía negocios con ellos: vendía la carne que recibía para el pabellón, te cobraba las camas y lo que te puedas imaginar".Lo que hacía en los dos pabellones que dirigía era lo siguiente: a partir de las 7 de la mañana, una hora de oración. De 9 a 10, participan de la actividad "Estudio bíblico". Luego, el "culto central". A las 13, hacen oraciones por la familia. El cierre del día es a las 18. Las peleas, las facas y las drogas están prohibidas. El que no cumple con esa norma, es expulsado de la iglesia.Entre los presos es poco común que haya afecto, y las dos mayores demostraciones de confianza es la presentación de su familia y compartir el número de teléfono de sus casas y familiares.Alejandro había formado una amistad con ‘Javier’, quien había llegado por robos y se encomendó a Cristo luego de recuperarse de una enfermedad que lo llevó al filo de la muerte, le presentó a su mujer.Los tres pasaron varios ratos juntos durante los días de visita, pero Alejandro fue trasladado a la Unidad 32 de Florencio Varela. Javier continuó en La Plata. Y Alejandro, al seguir en contacto con Johanna, le pidió un favor: que le dejara fijar la dirección de su casa de José C. Paz ante su Juzgado, ya que es uno de los requisitos para quienes están a punto de recibir el beneficio de la salida transitoria.El pastor Alejandro salió y nunca más regresó y después solo subió fotos con la mujer de su compañero de celda, la cual se viralizó.mvls