MÉRIDA.- Un hombre de nombre Marcelo González contó a través de su cuenta de TikTok la experiencia que vivió mientras trabajaba como repartidor para una popular compañia de entrega de comida.El joven recibió el pedido de un cupcake el cual se dirigía a un sitio aparentemente cercano a su ubicación, y aunque ya eran las 9 de la noche decidió hacer la entrega. “Esta es la historia de como estoy seguro de que estuve en un mundo paralelo siendo repartidor” dijo el joven en el video.Contó que escribió la dirección en Google Maps, sin embargo su teléfono comenzó a parpadear y la dirección cambió alargándose por varios kilómetros más, sin que se diera cuenta de lo que sucedía.“De repente ya no me encontraba en la ciudad, ya estaba en la carretera… ¿Quién pidió un cupcake tan lejos y tan tarde? Pero como ya estaba más cerca del lugar de la entrega que de regresar, decidí terminar el viaje”, contó. Después de lo acontecido, pasó por un arco, el cual es común en Mérida, pues es un lugar en el que hay ex haciendas, por lo que no lo tomó como algo extraño. Luego de eso le indicó haber llegado al destino.“Al bajar me di cuenta que la hacienda estaba iluminada con antorchas, la hacienda estaba en muy buenas condiciones, había un establo con caballos y yo pensé que estaba en una boda. Bajé de mi carro e intenté mandarle mensaje a la persona del pedido… no tuve ninguna respuesta”.Esperó unos minutos, pero comenzó a volver a pensar qué estaba pasando, donde consideró que se podría tratar de una broma o fuera a robarle o secuestrarlo. Ya eran las 11 de la noche, relata. Fue así como decidió regresar. Asimismo, mencionó que su mapa le marcaba estar muy lejos del destino, y que no iba a llegar a tiempo para la entrega del pedido. Al llegar tuvo que explicarle al cliente lo sucedido y como había tardado mucho tuvo que pagar el envío.ag