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-Abimael Salas
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Para la decoración del árbol de Navidad se emplean múltiples adornos como moños, listones, esferas, figuras, luces, etcétera… pero sin duda la estrella es de uno de los más tradicionales y que no debe faltar.
Este adorno está inspirado en la estrella de Belén que guió a los Reyes Magos hacia el lugar de nacimiento del niño Jesús. La historia es sorprendente, pues fue un fenómeno astronómico ocurrido hace más de 2 mil años.
La historia cuenta que cuando nació Jesús, los Reyes siguieron la estrella de Belén para guiarse en su camino y encontrar al futuro rey, pero ¿de verdad existió ese astro?
De acuerdo con Julieta Fierro, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, la estrella de Belén existió. De acuerdo con los registros de la vida de Nerón, que está muy bien documentada, se piensa que en el año cuatro antes de Cristo nació el niño Jesús.
A Nerón le llegó un presagio sobre un pequeño hebreo que lo iba a destronar y se asustó. Los tres sabios lo encontraron y le hicieron un regalo: mirra, incienso y oro. Los dos primeros son bactericidas muy importantes. No obstante, los magos se asustaron por las amenazas de Nerón y huyeron, pero desde entonces surgió la tradición de la visita de los Reyes Magos a los niños.
La estrella de Belén es la conjunción triple de Saturno, Júpiter y Marte, astros que se ven como estrellas a simple vista, pero que al estar alineados lucieron como uno solo en su máximo esplendor.
¿Por qué debemos colocar la estrella en el árbol navideño?
La estrella debe colocarse en la punta del pino navideño, pues representa la luz, la esperanza y la fe que debe guiar la vida de los creyentes en Cristo, de la misma forma que la estrella de Belén guió a los Reyes Magos.
Por otro lado, el significado del árbol de Navidad representa al paraíso, de donde Adán y Eva comieron los frutos, dando origen al pecado original.
También sirve para recordar que Jesús vino a la Tierra para conseguir la reconciliación. Su forma triangular es representación de la Santísima Trinidad y sus colores simbolizan las diferentes oraciones del adviento. El azul la reconciliación, plata el agradecimiento, oro la alabanza y el verde la abundancia y naturaleza.
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