Los meses de mayo y junio destacan especialmente porque en ellos se conmemora a las personas que han estado desde el principio de nuestras vidas, brindándonos apoyo incondicional. Esta fue la razón que motivó, desde 1910, la celebración del Día del Padre, una fecha que varía cada año.

En 1972, se oficializó en México que el Día del Padre se celebrara el tercer domingo de junio. Este año, la fecha cae el 16 de junio, dos semanas después del proceso electoral en el país. El Día del Padre no es feriado en México, por lo que las actividades laborales se desarrollan de manera regular, a menos que el domingo sea el día de descanso obligatorio en el empleo.

La intención de celebrar esta fecha, ya sea con una fiesta, compartiendo alguna actividad deportiva, realizando en grupo su pasatiempo favorito, o dando algún regalo especial, es reconocer y honrar a los padres por su esfuerzo y dedicación.