Los eclipses de sol son sumamente extraños y ocurren cuando la sombra de la luna se interpone entre el sol y la Tierra, provocando un oscurecimiento súbito y momentáneo, de unos siete minutos de duración, aproximadamente.

De manera natural, este tipo de fenómeno es de un gran atractivo para las personas, que durante muchos años lo observaron de manera directa y esto provocaba una ceguera repentina y permanente en muchas personas, por lo que había una serie de mitos funestos a su alrededor.

Por ello, ahora sabemos que ver un eclipse de sol de manera directa, pues el fenómeno óptico puede provocar quemaduras irreversibles en la retina. Asimismo, los expertos indican que no deben utilizarse otras herramientas no adecuadas para observarlo: binoculares, telescopios sin filtro solar certificado, gafas oscuras, aunque tengan protección ultravioleta (UV), espejos, discos, compactos, radiografías, papel aluminio, vidrios ahumados, negativos de fotografía, botellas de agua u otras bebidas como barrera, entre otros.

Tampoco es recomendable observar cualquier reflejo del sol en un charco de agua, una cubeta llena de agua o un espejo.

¿Qué pasa si veo el eclipse con mi celular?

De acuerdo con la UNAM de México, el ver el eclipse reflejado en la pantalla del teléfono móvil puede ser peligrosa si se mira la pantalla directamente ya que la luz del sol rebota en la pantalla, por lo que tampoco es un medio recomendable para observarlo.

Por ello, la organización Prevent Blindness, una organización de voluntarios para la salud y seguridad ocular, "nunca se debe ver directamente al sol durante un eclipse solar, salvo por un breve tiempo e, incluso así, con precaución", ya que la exposición directa a los rayos del sol, con la pupila completamente abierta, como ocurre en un eclipse, puede resultar en un daño o en hasta una destrucción de las células de la retina, incluso de manera permanente, aun cuando las consecuencias no se perciban de forma inmediata.