Max; el perrito que vende ‘cupcakes’ para pagar sus quimioterapias

Verónica Martínez es la dueña de Max, un perrito Husky que adoptó hace poco tiempo. Durante una visita al veterinario detectaron en el cuerpo del can extrañas bolas; “estamos esperando los resultado de los exámenes, necesita quimioterapias a fuerza”.Para poder costear gastos de estudios y tratamiento, Max y Verónica venden, desde hace unas semanas, postres a las afueras de una iglesia de Hermosillo. La joven espera que el veterinario pueda encontrar una cura para su mascota y así brindarle una mejor calidad de vida. A través de redes sociales, la joven ha pedido ayuda a la comunidad para poder ayudar a Max. Les pide amablemente consuman sus postres para lograr conseguir la cantidad monetaria necesaria.

Verónica, en entrevista con medios locales informo que Max llegó a su hogar como un obsequio que un señor, quien vendería unos pajaritos a su madre, le brindó, ya que no podía tenerlo más puesto que convivía con más perritos quienes no lo dejaban comer y lo mordían.Con la convivencia, la dueña descubrió que Max tenía una bola en el cuello. El veterinario comentó se trataba de una infección mal tratada y recetó el tratamiento adecuado que redujo el tamaño. Desafortunadamente después se descubrieron más bolas en el resto del cuerpo del Husky.

El especialista informó que los ganglios se le volvían masa, la razón de las bolas en su cuerpo. Fue necesario realizar una biopsia para descartar enfermedades. Desde entonces la sonorense se dedica a hornear diferente postres para vender sábado y domingo y así lograr recolectar el dinero necesario “para lo que se venga”. Verónica es madre soltera y se dedica a ser estilista de perritos, lo cual le permite llevar una buena vida, pero solventar los gastos médicos de Max sería más costoso. Inicialmente gastó $400 para vitaminas para Max y la biopsia tuvo un costo de Introduzca texto aquí200. Por lo cual se apoya en la repostería para poder mejorar la vida de su mascota.

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Max podría padecer de neoplasia (células que se pueden diseminar hasta otras partes del cuerpo a través de los sistemas linfático y sanguíneo), razón por lo cual su veterinario comenta que existe la posibilidad de necesitar quimioterapias. Verónica se mantiene esperanzada de que pueda curarse y sigue trabajando para ello.Con información del El UniversalEM