Como es costumbre en México y distintas partes del mundo, el uso del cloro como limpiador es un método efectivo en los hogares. El líquido se aplica para limpiar pisos, muebles, e incluso, en cantidades pequeñas se usa en la ropa para eliminar la suciedad.Entre los problemas que se pueden presentar con el cloro, se encuentran las quemaduras por el contacto con la piel, la intoxicación por ingesta, además de generar problemas respiratorios y otras infecciones si se expone al olfato mucho tiempo.Muchas investigaciones han arrojado que la exposición prolongada al químico en el hogar trae consigo infecciones como la amigdalitis, sinusitis, bronquitis, otitis y neumonía, siendo los niños la principal víctima.Un estudio permitió saber que, un amplio sector de padres de familia en Europa, utilizaba al menos una vez a la semana el cloro para limpiar su casa. Los resultados del estudio, mezclado a otros factores como el fumar dentro del hogar, la presencia de moho en la casa o la educación de los padres, influyó para que la gripe y la amigdalitis fueran las infecciones más recurrentes en los hijos.Además, la investigación sirvió para señalar que los compuestos del cloro poseen propiedades irritantes que afectar el revestimiento de las células de los pulmones, provocando inflamación y otro tipo de infecciones. El uso desmedido del producto también haría daños en el sistema inmune.