La Corona de Adviento representa el “tiempo de Adviento”, es decir un primer periodo litúrgico que da la bienvenida a los primeros días previos hasta que llegue Navidad y Año Nuevo. En la inauguración de este tiempo, los feligreses tienen la tradición de acudir a las iglesias católicas en familia, llevar su Corona de Adviento, bendecirla, leer y escuchar el evangelio y a partir de este acto encienden cada semana una vela hasta la llegada de Jesús de Nazaret.

La figura geométrica de la Corona de Adviento en forma de círculo significa para los feligreses una preparación espiritual, cuya finalidad es recibir al Niño Dios en sus hogares y representa una “constante”, es decir, no existe un principio ni un final, ya que se asemeja a la “eternidad De Dios”.

A partir del domingo 3 de diciembre se va encendiendo una vela de la Corona de Adviento, en compañía de oraciones, lectura bíblica y villancicos; cada vela corresponde a una semana, es decir, un domingo por cada una y generalmente están divididas en tres velas moradas, una rosa y una blanca en el centro, haciendo alusión al “tiempo de litúrgio”.

Tienes que tomar en cuenta que primero se encienden las velas moradas y hasta el tercer domingo se prenderá la de color rosa porque esta relacionada con la alegría y el gozo del nacimiento de Jesús.