MONTERREY. - Además de la vacunación tardía contra Covid-19 en las cárceles de Nuevo León, las autoridades dejaron en el olvido a los internos con enfermedades crónicas y la falta de atención psicológica.Fuentes revelaron que al menos los Ceresos de Apodaca 1 y 2 no cuentan con medicamentos comúnes como antibióticos y analgésicos, situación que podría agravarse o detonar en fallecimientos por falta de insumos.En entrevista para TELEDIARIO, Olga Méndez Arellano, titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, reconoció la problemática del desabasto de medicamentos, incluso para pacientes con diabetes e hipertensión."Hemos recibido (denuncias) sobre la falta de medicamentos y lo que se hace en el momento es procurar la solución inmediata. Nos comunicamos con las autoridades de los penales y les dan tratamiento. Hay algunas personas que padecen diabetes o que padecen presión arterial alta".De enero a octubre de 2021, la CEDH ha recibido 25 denuncias por falta de medicamento o atención médica.- 25 denuncias por falta de medicamento o atención médicaOtra crisis en los penales es la salud mental de los internos, que no están siendo atendidos en medio de la emergencia sanitaria. Además, el número de pacientes podría incrementarse con el abandono de sus familiares a finales de este año.Cereso Apodaca 18 internos con enfermedades psicosocialesCereso Apodaca 21 interno con enfermedades psicosocialesCereso Cadereyta 388 internos con enfermedades psicosocialesCereso Femenil50 mujeres con enfermedades psicosocialesTotal:147Tan solo el Cereso 1, el de mayor población con más de 5 mil personas privadas de su libertad, no cuenta con psicólogos para atender a los internos.Otro aspecto que ya es analizado por la Derechos Humanos, es la falta de espacios para 88 internos discapacitados."Ha mejorado un poco la situación, pero evidentemente hay asuntos que tenemos que atender como el caso de las personas con discapacidad al interior de los centros de internamiento".En un diagnóstico de supervisión penitenciaria, que será presentado al cierre del año, también se analizan las condiciones educativas, de alimentación y de esparcimiento en las que viven 10 niños en el Centro Femenil.

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