Pocos instantes después del silbatazo que puso fin a la edición 118 del Clásico Regio, Carlos Salcedo, defensor de los Tigres, se enganchó con un sector de la afición del Monterrey. Lo anterior, se derivó luego de que dicha parte de la hinchada de los Rayados, comenzará  a agredir a Nahuel Guzmán, lanzándole objetos desde la grada. Al percatarse de esto, Salcedo alejó al argentino de la zona y respondió a los aficionados albiazules haciéndoles una señal con el dedo índice, aunque -en primera instancia- parecía que era un ademán obsceno. AM