“Casualidad” o no, Marcelo Barovero se volvió a encontrar con Tigres en una final internacional, y por segunda ocasión al arquero argentino le tocó quedarse con el título, esta vez defendiendo los colores del Monterrey.En 2015 el trapito, vistiendo la camiseta de River Plate, se encontró con los felinos en la serie por el título de la Copa Libertadores, la cual se quedó el club Millonario tras empatar a cero en el Volcán y despachar 3-0 al conjunto mexicano en el Monumental de Buenos Aires en la Vuelta.“Casualidad nada más, respecto a un gran rival y tener la posibilidad de encontrarnos tres o cuatro años en una final internacional ante ellos y la suerte de uno estar de este lado”, dijo el guardameta durante los festejos por la obtención de la Concachampions.Además de la racha positiva, el gol de André-Pierre Gignac esta noche en el Gigante de Acero, es el primero que recibe del conjunto dirigido por Tuca Ferretti en una Final, ya que tanto en la Libertadores como en el juego de Ida, se había ido en cero.Sereno y tranquilo, muy a su estilo, el portero de los Rayados consideró que el equipo regiomontano tiene que bajar los pies a la tierra y pensar ahora en su compromiso en el Clausura 2019, torneo en el que ya están clasificados a la Liguilla y a un triunfo de terminar como el tercer mejor club.“Fue un poco cambiar el clima, esto nos va a dar un envión lindo y nosotros somos los primeros en bajar a tierra, volar bajo y saber que la responsabilidad sigue con este escudo”, señaló.Barovero se mostró agradecido por la oportunidad que recibió de la directiva rayada para hacerse cargo de la portería, señalando que ha encontrado una familia y un buen grupo en la Sultana del Norte.“No es fácil salir campeón, me tocó varias veces, gracias a Dios he formado parte de grandes equipos y lo más importante es el cariño y respecto de mis compañeros. Es fuerte, es emocionante, no es fácil destacarse y encontré un club maravilloso, me gustó el desafío y gracias a Dios se dio”, concluyó.