Cuando se desgastó la relación Mohamed - Rayados, la búsqueda de un entrenador tuvo opciones muy distintas. Passarella y Vucetich que significaban tratar de volver a una época de felicidad pasada, y Diego Alonso que significaba tratar de dar pasos adelante. De esas tres opciones, se tomó la correcta.Contratar a un entrenador es llevar una idea al equipo. La ilusión está puesta en conseguir títulos, en obtener dentro de algún momento un fútbol vistoso, pero lo fundamental es plasmar la idea del técnico en la plantilla.Los iniciosSu llegada significaba la vuelta de los extremos a Rayados, iniciaba con Urretaviscaya y Jesús Gallardo, ahí estaba uno de los esbozos de lo primero que quiso implementar: amplitud, profundidad y mano a mano por fuera.Por diferentes aspectos no le funcionó y tuvo que poner volantes, Hurtado y Pabón, para tratar de mejorar el juego del último tercio.Tenía la idea de impregnar un estilo ligado a la posesión de la pelota, pero batalló y tuvo que apelar al ADN que tenía construído este equipo con el juego directo y así comenzó a puntuar para tener el tiempo necesario para adecuar una idea. Cada triunfo no era un objetivo cumplido, más bien se trataba de conseguir paciencia, porque lo más importante estaba en los entrenamientos, no en los juegos.Lesiones y adecuacionesCuando inició no lo sabíamos, pero existirían casi 20 lesiones en el primer semestre de Alonso como entrenador. Esto redujo las posibilidades de armar el Xl ideal para el técnico uruguayo y hubo que comenzar a sumar aspectos que no estaban dentro de la planeación, como utilizar línea de 5.Ese esquema llegaba cuando peor defendía Monterrey, y hubo que elegir “defender con más” por no poder “defender bien”. Los contragolpes eran casi todos centralizados, se aprovechaba bien el balón parado y la defensa era aguerrida por arriba.Fue una solución práctica que servía para ganar tiempo, lo importante seguía siendo el entrenamiento.Un hallazgoEn el momento en que se encuentra en Liga a Carlos Rodríguez después de buenas actuaciones en Copa, más que hallar a una persona encontró un buen pase filtrado, una buena salida, un giro prolijo en el centro del campo, un mejor control orientado, visión de juego hacia adelante y un creador de “juego” y “jugadas”.Dentro de la planeación, pudo sumar todos esos aspectos en un solo jugador.Cerrar demasiado prontoLa mayor crítica, incluso de sus propios jugadores, ha sido lo temprano que cierra los partidos. Suele hacerlo con un cambio muy defensivo sacando a alguien de ataque, sumando a un defensa y cerrando con línea de 5.Bien dicen que los cambios son muestras de intenciones, y lo que él parece demostrar es querer defender demasiado corto alguna ventaja. Pero me pregunto ¿no será que quiere aprovechar la desesperación del rival que empatar que le permite acercar, luego intentar recuperar y contragolpear?Sea cual sea su intención original, no ha funcionado. Y afortunadamente para Rayados ha podido corregirlo, al tal punto de que es algo cada vez menos visto, pero sin lugar a dudas ha sido de sus peores errores y al mismo tiempo de los aprendizajes más grandes.La posesión, un tema pendienteNo se trata de un tema estético, sino de lograr ser sostenible a lo largo del tiempo. Un estilo de juego meramente directo es más difícil de dominar por una plantilla, porque llegas a depender mucho del lance que tiene cierto defensa, de la carrera que posee algún volante, de las parejas socio-afectivas a campo abierto, y es difícil lograr que 22 jugadores estén en la misma línea dentro de las transiciones ofensivas rápidas.Por ello, la posesión es la que une a los equipos. Se trata de pasar y recepcionar, como base. Después pasar entre líneas y aprovechar el control orientado, posteriormente hay que pasar a los movimientos de los futbolistas con y sin balón, los conceptos de “tercer hombre”, dominar el “me desmarco para el que va a recibir, no para el poseedor”.Es la mejor forma para sostener un primer equipo, para entrenar y también para ir subiendo a jóvenes de cantera dentro de una forma predefinida. Esta elección de juego le gusta a Diego Alonso, y en parte es también que suma a Albert Rudé, quien ya fue su auxiliar en Pachuca, para buscar la mejor desde el análisis y entrenamientos de este modelo de juego.Potenciar jugadoresLa libertad ofensiva de Nico Sánchez, el juego de Stefan Medina, lo de Gallardo, saber encender y sostener a Pizarro, el desarrollo de Carlos Rodríguez, la versión más asistidora de Dorlan Pabón.Hay dos formas generales de trabajar a los futbolistas: explotar su máxima habilidad o intentar hacerlos futbolistas más completos. Si tuviera que elegir una de la dos para Alonso, diría que él se enfoca en lo primero.El problema es que hay que conjuntar esas máximas habilidades para que convivan dentro de un todo, y esa tarea nunca termina. “El modelo de juego nunca termina de construirse”Los resultadosAunque el ansiado título de liga aún no llega, no se puede decir que la cosecha ha sido negativa. Final de Copa MX - subcampeón Semifinal liguilla Apertura 2018 Final CONCACAF - campeón Semifinal liguilla Clausura 2019 Números totales: 59 partidos 32 triunfos 13 empates 14 derrotas 97 goles a favor 59 goles en contra Están en el camino de conseguir lo que desean. Los resultados deben ser vistos como consecuencias. A veces obtienes más de lo que mereces, otras veces más de lo que mereces, por ello el análisis no debe basarse en qué ganaste, sino en cómo el fue el desarrollo, esto al menos para valorar al entrenador y su proyecto.Materias pendientesYa sea tras una pérdida en ataques posicionales o en contraataques, Rayados tiene un área de mejora corriendo contra su propio arco, defender a campo abierto no es sencillo, pero en México es bastante necesario para los equipos protagonistas.Otro más es elegir el Xl adecuado según el rival, o en general poner a quienes mejores soluciones ofensivas den. “Priorizar a los jugadores ofensivos sobre los defensivos considerando las características de la posición”Lo que sigueUn título de liga no es el objetivo de este equipo, es algo más profundo y largo. Hay que conseguir que Rayados juegue mejor, que todos entiendan qué es lo que hacen, seguir desarrollando jóvenes, mejorar en contrataciones, potenciar a más jugadores y, como consecuencia de todo esto, ganar trofeos, mismos que sirvan para ganar tiempo y poder seguir trabajando.