Antes de llegar a Tigres como refuerzo de cara al Apertura 2015, André-Pierre Gignac fue víctima de bullying en Europa, ya que durante varios años recibió burlas por su complexión física.La afición rival del Olympique de Marsella lo apodaba Big Mac y le hacían memes con hamburguesas y pollo frito, pero después bajó seis kilos y calló bocas con sus goles; incluso, cuando dejó Francia para llegar a México, había sido el segundo mejor goleador de la Liga de su país. En el futbol mexicano, Gignac ha buscado el mantenerse en forma, pues cada fin de torneo es un riesgo no sólo para él, sino para todo el equipo, puesto que la carga de trabajo baja y las calorías que consumen no, de tal forma que los futbolistas son propensos a subir de peso a pesar de que el club les tiene un nutriólogo a la mano. ¿Qué hace Gignac para no subir de peso? Gignac prefiere aplicar una medida para cuidarse, la cual consiste en tener un chef personal en casa que pueda prepararle los alimentos que no le afecten en su complexión y por ende, en el rendimiento.“Los jugadores al terminar una temporada normalmente en el período que se da de una o dos semanas, baja la carga de trabajo; el ingreso calórico lo siguen manteniendo elevado; el gasto calórico ya no es el mismo y esto impacta en su complexión corporal, no sólo con Gignac, con muchos jugadores tenemos esa problemática, el 80 por ciento, el 70 por ciento de los jugadores presentan esa situación en todos los clubes”. “Todos los jugadores son propensos, la mayor parte de los jugadores que dejan el futbol profesional crecen en dimensiones laterales, porque están acostumbrados a una cantidad de alimentación diaria que posteriormente no la pueden quemar con ejercicio físico, incrementan mucho su volumen porque empiezan a almacenar sin medida. Gignac tiene un chef en su casa para la alimentación, así algunos otros deportistas han contrato, aparte del nutriólogo que tenemos en Tigres, contratan para cuidar su alimentación”, platicó Óscar Salas, médico del club auriazul.Salas señaló que el cuidarse el peso es lo que también ha ayudado a Tigres a no resentir la altura de la Ciudad de México cuando les ha tocado jugar en esa sede. AZ.