El día que el arbitraje perjudicó al América en unas Semifinales ante Rayados

Si bien la Final entre América y Monterrey es inédita, existe un antecedente de un enfrentamiento entre ambos equipos en una Liguilla, el cual estuvo lleno de polémica al grado de estar bajo sospecha de amaño de partido.Fue en la Vuelta de la Semifinal de la Temporada 1992-93. Las Águilas y Rayados se midieron en busca de un boleto a la Final donde ya los esperaba el Atlante; en el juego de Ida, la Pandilla se llevó la victoria por 1-0, por lo que todo se resolvería en la cancha del Estadio Azteca.Para el partido en el Coloso de Santa Úrsula, América había exigido que ningún árbitro mexicano comandara las acciones, ya que en el partido de Ida, Rayados había ganado con un gol en un muy claro fuera de lugar.Ante la presión que ejerció Televisa, que había recuperado el control del futbol mexicano luego de que dos años antes había perdido la presidencia en la Federación Mexicana de Futbol, Edgardo Codesal, que en 1993 era presidente de la Comisión de Árbitros, logró que el costarricense Berny Ulloa dirigiera esa Semifinal, algo totalmente sin precedentes en el futbol mexicano.Pero lejos de que esa decisión diera calma y claridad al juego de Vuelta, sucedió todo lo contrario, porque el silbante tico anuló tres goles al América por supuestas posiciones adelantadas. 

El primero le fue anulado a Germán Martelotto quien había disparado dentro del área para vencer al guardameta regio Rubén la "Bomba" Ruiz Díaz, porque Zague estaba en posición adelantada. En ese tiempo, la regla era distinta a la actualidad, y un gol podía ser anulado por offside sin importar que quien lo cometiera no participara en la jugada.El segundo tanto anulado fue al propio Zague luego de un pase del brasileño Bernardo. El goleador de la Selección Mexicana entró en posición correcta y se enfiló al área solo para vencer a la Bomba; sin embargo, el árbitro asistente le anuló el tanto también por estar adelantado; en la repetición en TV se observa que Luis Roberto arrancó casi dos pasos atrás del defensor rayado.Y el tercer gol, le fue invalidado al entonces juvenil Pedro Pineda, quien había rematado dentro del área a pase de Hugo Sánchez; de nueva cuenta Berny Ulloa le negó el tanto al América debido a otro fuera de lugar de Zague, quien no intervino en la jugada y a quien en la repetición se observa que estaba en línea con el defensa de Monterrey.Las Águilas no pudieron encontrar de nueva cuenta el gol para igualar una serie en la que fueron eliminados, con la frustración de ver que decisiones arbitrales les quitaban la chance de pelear por un título.Hugo Sánchez señaló a Berny UlloaPosteriormente, en 2017 y 24 años después de ese episodio, Hugo Sánchez como panelista de ESPN, señaló que el arbitraje de Ulloa fue la "prueba" de que en México se arreglaban partidos, toda vez que reveló que en aquel tiempo, se dieron negociaciones entre el patrocinador de Monterrey y la FMF, para favorecer a la Selección Mexicana."Un arbitraje tendencioso que estaba esperando el mínimo detalle como para hacer daño, en este caso al América. Había gato encerrado y supimos que habían habido unas negociaciones; nos enteramos de que el Grupo Confía, que patrocinaba al Monterrey, de repente lo tuvo la Selección Mexicana; entonces, nos chocó".Inclusive, el exárbitro Ulloa también respondió a esas declaraciones desde su natal Costa Rica, y si bien el silbante comenzó muy tranquilo sus respuestas, al final terminó exaltado cuando se le preguntó directamente si había formado parte de un amaño de partido. "Lo que puedo decir es que en ningún momento hubo un partido arreglado.Lo que habló Hugo Sánchez fue de un amaño. Es lo mismo. Después de 'veintipico' de años hablar estupideces en un programa me parece que juega con la honra de una persona. Yo estoy muy tranquilo. Ya contesté 45 veces: no recibí ningún amaño".Cabe destacar que en 1993, si bien Televisa había recuperado el control del futbol en México luego de que en 1991 el llamado "golpe de estado de Francisco Ibarra e Emilio Maurer", la televisora nunca pudo "monopolizar" de nuevo el dominio del balompié en nuestro país.