La zona del centrocampista es mucho más importante de lo que podemos imaginar. Yéndonos al nivel más alto del fútbol, varios años dominaron Champions League los españoles Xavi e Iniesta + Busquets, después fue Modric y Kroos + Casemiro. Más allá de los jugadores definidores de sus respectivos equipos, el control y el juego siempre salen del centro del terreno de juego.En el fútbol mexicano algo similar ha ocurrido en los últimos años, sobre todo si nos detenemos con los finalistas: Guido Rodríguez y Marcone, José Vázquez y Antonio Rios, Rafael Carioca y Celso Ortiz, Guido Pizarro y Michael Pérez. No tienen que ser grandes cracks, ni jugadores vistosos para la tribuna: lo necesario es que estén de forma precisa en su forma de juego.Para un equipo de tanta posesión como Tigres es todavía más importante, por supuesto que por la alta cantidad de veces que tocan la pelota, pero sobretodo por la interpretación que le dan al juego, la posición que toman, la lectura de los momentos, la corrección que se debe hacer cuando se sufren contragolpes. Hay una gran responsabilidad en ser centrocampista para Ricardo Ferretti, y no fue sencillo lograrlo.Levantaron a tiempoLa primer temporada de Pizarro - Carioca fue complicada, hasta parecía que en el campo chocaban, y sabemos que Rafael estaba no tan lejos de irse al fútbol de medio oriente, llegó una oferta jugosa casi al mismo tiempo que arribó Pizarro.¿Por qué mantenerlos tanto tiempo si no lucían juntos? Algunos querían la solución inmediata, es decir: Dueñas y uno de ellos dos, el otro a la banca. Otros tantos daban la total confianza a Ferretti en este proyecto por los antecedentes de situaciones de sociedades o tácticas logradas.Sufrieron mucho, o más bien el equipo sufrió con ellos dos en el campo, pero por fin esta temporada han demostrado ser la mejor pareja de centrocampistas en el fútbol mexicano.La clave del funcionamientoEn el Apertura 2018 parecía que forzosamente uno tenía que quedarse y otro tenía que salir, es decir: “contención” y “contención con salida”. Hay que recordar que este es un juego de roles, no de posiciones. Los jugadores no se quedan quietos, bajo ninguna circunstancia deben estar parados, y para que los movimientos sean buenos primero tienen que interpretar, y eso es de lo que mejor tienen Guido y Rafael.Contando con esto, no tiene sentido encerrarlos en un concepto, decir “tú te quedas siempre, Guido. Tú te adelantas cada que se pueda, Rafael” se trataría de limitarlos. Esta temporada el rol de ida y vuelta no tiene dueño, tampoco el que se queda. Ese factor sorpresa ha aniquilado líneas defensivas del rival, porque no saben a quién marcar, y esto solo puede lograrse con minutos de juego juntos, que ya han tenido bastante.¿Y Dueñas?En muchas ocasiones se ha hablado de que él debe ser el acompañante, y no descarto que en un futuro así pueda ser, pero el fútbol es de momentos, y actualmente el mejor fútbol está con Pizarro y Carioca en el campo.