Lo sucedido en el estadio Alfonso Lastras deja, lamentablemente, una lección que no se olvidará tan fácilmente. Más allá del veto de dos partidos al inmueble, de la multa económica, también hay que entender que en el tema de seguridad se debe apretar mucho más en este tipo de partidos considerados de alto riesgo.Un aficionados del Querétaro, quien realizó el viaje, relató a este medio lo sucedido con el tema de seguridad, que fue uno de los puntos de quiebre en todo el desastre que se armó el domingo pasado."No hubo operativo. Estábamos ingresando, primero, los camiones con una sola patrulla, con una sola moto", mencionó este seguidor, quien pidió el anonimato. Además, mencionó que al momento de que ingresaron seis camiones, solo iban tres patrullas y una motocicleta, situación que sí alarmó un poco a los aficionados de los Gallos Blancos. Sin embargo, de los instantes más dramáticos se vieron cuando el operativo de seguridad se vio rebasado al momento de desatarse los golpes. Parte de la barra de San Luis corrió desde la cabecera contraria y llegó a donde se encontraban los seguidores del cuadro queretano. Por supuesto, no había quienes impidieran eso, y de ahí, que la situación se saliera de control.Afortunadamente, al final lograron frenar, y en algunos casos, evitar una tragedia, puesto que muchos relatos aseguran que los policías intervinieron justo en algunas peleas, en las que ya tenían a algunos aficionados muy golpeados. AM