Solo dos minutos le bastaron al Liverpool para ponerse al frente en la Final de la Champions League contra el Tottenham en el Wanda Metropolitano, al adelantarse en el marcador a través de un penal señalado por una mano de Sissoko.  

Con la pena máxima señalada a los 23 segundos, se convierte en el penal marcado más rápido en la historia de Champions League. Mohamed Salah fue el artífice de que los Reds se pusieron al frente al marcar con un potente disparo para vencer al francés, Hugo Lloris. 

La celebración de Salah fue la misma al arrodillarse sobre el campo deslizándose hacia el tiro de esquina mientras recibía los abrazos de sus compañeros.AZ.